La alimentación es un factor crucial para mantener una vida saludable, por lo que cada vez más personas se preocupan por la calidad y los nutrientes que ingieren. No obstante, hay ciertos alimentos que pueden ser engañosos y no siempre son tan saludables como se piensa. Hoy hablaremos en particular de los alimentos enlatados con alto contenido en sodio, y su impacto en nuestra salud.
El sodio es un electrolito que se puede encontrar en la mayoría de las células del cuerpo humano, pero especialmente en la sangre y en el líquido que rodea a las células. El sodio ayuda a regular la presión arterial, a mantener el equilibrio hídrico y a transmitir impulsos nerviosos.
El sodio se encuentra naturalmente en los alimentos, pero la mayoría de las veces, la cantidad que ingerimos supera la necesaria para nuestro organismo debido a la alta cantidad de sodio añadido en alimentos procesados.
La alta cantidad de sodio en alimentos enlatados se debe a razones de conservación. El sodio es un agente que ayuda a prevenir la proliferación de microorganismos en los alimentos, lo que les permite tener una larga duración en los estantes de los supermercados. A menudo, los fabricantes de alimentos enlatados añaden grandes cantidades de sodio para preservar el sabor y la textura del producto.
Desafortunadamente, el alto consumo de sodio se ha relacionado con graves problemas de salud, como la hipertensión arterial, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.
El consumo excesivo de sodio puede causar una variedad de problemas de salud, como la retención de líquidos, la hipertensión arterial, enfermedades del corazón, hinchazón, accidentes cerebrovasculares y fallos renales.
A corto plazo, la retención de líquidos puede llevar a la hinchazón de manos, pies y piernas; así como a un aumento de peso.
A largo plazo, la hipertensión arterial puede dañar arterias y vasos sanguíneos, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares. Para evitar esos problemas, se puede limitar el consumo de sodio a la cantidad diaria recomendada, establecida por la Organización Mundial de la Salud, que es de menos de 2 gramos por día. Aunque, según múltiples investigaciones, muchos consumidores llegan a consumir hasta 3-4 gramos diarios de sodio.
Reducir el consumo de sodio es una práctica que muchas personas ya han adoptado, y que se puede lograr siguiendo algunos consejos:
Los alimentos enlatados con alto contenido en sodio no solo son un peligro para la salud, sino que también son engañosos y pueden llevar a consumidores a pensar que están comiendo alimentos saludables. Es importante leer las etiquetas nutricionales y conocer los riesgos a la salud del consumo excesivo de sodio. Una alimentación saludable y equilibrada es esencial para mantener una vida saludable, por lo que es fundamental reducir el consumo de sodio y optar por alimentos naturales y frescos.